LA IMPORTANCIA DE LA DESINTOXICACIÓN DEL ORGANISMO

Limpiar el cuerpo es esencial si se quiere estar sano. Es recomendable hacer una dieta de limpieza y desintoxicación una o dos veces al año. La limpieza elimina las toxinas del aire y del agua contaminada, del estrés y de la mala nutrición. Durante años unos movimientos inadecuados de los intestinos delgado y grueso llevan a una acumulación tóxica, se forman mucosidades y eso inhibe la buena absorción de los nutrientes de la digestión. Además, esas toxinas pueden pasar a la sangre a través de la multitud de vasos sanguíneos y causar síntomas como dolor, fatiga, estreñimiento, artritis, inflamación prostática, obesidad, problemas ginecológicos o incluso cáncer. Ten en cuenta que el aparato gastrointestinal es como un tubo elástico que atrapa desechos. El alimento nunca se digiere por completo y los restos deben ser eliminados. Un colon limpio y sano garantiza buena salud, vigor y longevidad. Lo ideal sería ayunar un día a la semana y eso daría un resultado excelente y una salud óptima.

Los alimentos conocidos por sus propiedades limpiadoras son:

- la naranja o el zumo de naranja con su pulpa, por su elevado contenido en beta caroteno y fibra,

- el ajo, por sus propiedades antibacterianas,

- la remolacha, por su acción desintoxicadora del hígado,

- la manzana, por su elevado contenido en fibra y su efecto calmante sobre el sistema gastrointestinal,

- las uvas, porque aportan antioxidantes, minerales y fibra,

- el perejil, por su acción desintoxicadora de los riñones,

- la sandía, por su elevado contenido en fibra y su acción diurética beneficia a los riñones.

Hay muchas maneras de empezar un programa de desintoxicación y limpieza. Una que resulta fácil es hacer un corto ayuno a base de zumos seguido por una mono dieta. Hazlo a tu ritmo, sé paciente y verás resultados fantásticos.

Durante el ayuno el cuerpo se libera de las células dañadas, enfermas, viejas y muertas. Se acelera la formación de células nuevas sanas. Aumenta enormemente la capacidad de los pulmones, hígado, riñones y piel, se eliminan masas de desechos y toxinas. Da descanso a los órganos de la digestión, asimilación y protección.

 ¿Quién no puede hacer el ayuno?

En general, los pacientes con diabetes grave, infecciones activas, inestabilidad mental, problemas cardiacos o cáncer avanzado no deberían ayunar. No se recomienda el ayuno a mujeres embarazadas ni tampoco niños menores de 16 años.

El ejemplo de un ayuno de 48 horas.

Día 1

Al levantarte    

Bebe un vaso de agua templada con zumo de medio limón. Espera una hora antes de desayunar.

Desayuno

Fruta fresca con requesón o yogur semidesnatado con ½ cucharadita de miel y una cucharada de germen de trigo. Para beber, una infusión de jengibre o té verde. Para endulzar la infusión usa fructosa o una cantidad pequeña de miel. Nada de edulcorantes artificiales de ningún tipo, ni nada de azúcar.

Comida

Una abundante ensalada verde, de verduras crudas y brotes. Nada de carne, pollo o pescado. El mejor aliño es aceite de oliva virgen extra o aceite de semillas de lino con vinagre de sidra, limón, ajo fresco y hierbas. Con ensalada puedes comer una rebanada de pan integral o de cereales. Para beber, otra taza de infusión de jengibre.

Cena

Ahora comienza tu ayuno. En lugar de comer, bebe solamente un vaso de agua templada con limón y una taza de infusión de jengibre sin miel. Después bebe despacio uno o dos vasos de agua mineral hasta que te vayas a dormir. Mientras tanto, relájate, lee, escucha música suave o acuéstate temprano.

Bebe mínimo 8 vasos de agua mineral durante el día.

Día 2

Al levantarte

Después de una ducha toma un vaso de agua templada con limón y continúa con tu relajación (yoga) o meditación.

Desayuno

Otro vaso de agua con limón y una infusión de jengibre. A lo largo de la mañana mantente ocupado y no olvides beber dos o tres vasos de agua mineral.

Comida

Ahora estás preparado para romper tu corto ayuno ( si deseas alargarlo, simplemente repite el desayuno ). Sírvete una ensalada verde mediana de verduras crudas con dos cucharadas de una mezcla de frutos secos triturados sin sal. No añadas aliño y come muy despacio, masticando bien cada bocado.

Cena

Media hora antes de cenar bebe un vaso de zumo, hecho de zanahoria, apio y perejil. Después disfruta de una ensalada de hoja verde, tomate y pepino, aliñada con zumo de limón sin aceite. Para el plato principal utiliza verduras hechas al vapor ( brócoli, judías verdes, calabacín ), sin sal ni aceite. Si te apetece, añade hierbas secas como albahaca, romero, comino, perejil para el sabor y para facilitar la digestión. Bebe otra taza de infusión de jengibre.

Si sientes debilidad o hambre puedes hacer lo siguiente:

- haz respiraciones profundas

- bebe agua

- hazte un masaje en los pies con aceite de almendras   

- haz una corta meditación, comprende lo que estás haciendo, que las sensaciones de hambre y debilidad son temporales y pasajeras. Es posible, que este corto ayuno no te cause ninguna molestia. En lugar de sentirte deprimido, te sentirás eufórico y radiante.


Romper el ayuno

La forma de romperlo es fundamental para el éxito del ayuno. Cuando acabes el ayuno, al margen de su duración, evita comer: plátanos, patatas, productos de harina blanca, dulces, carnes, lácteos, durante dos o tres días. Limítate a comer arroz integral, legumbres, verduras al vapor, fruta fresca y seguir bebiendo abundante líquido ( agua, infusiones sin azúcar )     

Optar siempre por lo ecológico.

Como todo lo que vale la pena hacer en la vida, desintoxicar tu organismo podría llevar un tiempo y requerir práctica y esfuerzo. Mientras limpias tu organismo no te estreses ni te angusties. Piensa en el beneficio final, el deseo de estar sano, fuerte, relajado y feliz.

Recuerda lo bien que te sentiste al final del ayuno. Procura mantener esa sensación tomándote un día a la semana, para volver al estado de ayuno.