FATIGA CRÓNICA Y FIBROMIALGIA 

Uno de los padecimientos más comunes de nuestra sociedad es la fatiga. Son muchas las causas que generan la fatiga persistente, distinta del cansancio simple producido por excesivo esfuerzo físico o por una fuerte carga de trabajo. A veces puede ser originado por un trastorno serio como la anemia, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o infecciones diversas.

Algunos problemas crónicos cotidianos también pueden provocar fatiga progresiva - el estrés permanente, una dieta desequilibrada, alergia a ciertos alimentos, toxicidad ambiental, baja concentración de azúcar en la sangre o depresión leve.

En ocasiones el problema se soluciona con una alimentación adecuada, el ejercicio físico suave y la reducción de factores causantes el estrés. Se deben también evitar los estresantes químicos presentes en los alimentos (comida preparada, latas, bollería, sobres) y exceso  de toxicidad ambiental. Es necesaria también la ayuda de un nutricionista para conocer las correctas pautas de alimentación y suplementación y de este modo recuperar la energía

La fibromialgia ha sido reconocida por la OMS en 1993 como una enfermedad  dolorosa, que afecta la musculatura y las articulaciones de forma crónica. Durante muchos años las personas con fibromialgia han sufrido mucho, porque se creía que los dolores descritos no eran reales y no se había encontrado ninguna explicación a la sintomatología que describían los enfermos:

- trastornos del sueño: a pesar de dormir las horas suficientes, los pacientes que sufren de la fibromialgia al despertarse se sienten todavía cansados, como si hubieran dormido apenas.  

- malestar abdominal: muchas personas experimentan trastornos digestivos, dolores abdominales, meteorismo, estreñimiento y/o diarrea. Estos síntomas se conocen colectivamente como el "síndrome del colon irritable". 

- problemas genitourinarios: es posible que los pacientes se quejen de mayor urgencia para orinar, sin llegar a tener una infección de la vejiga. En las mujeres, la fibromialgia puede ocasionar que los períodos menstruales sean más dolorosos o que los síntomas de la enfermedad se vuelvan peores durante ese tiempo. 

- dolor en el pecho: los que sufren de fibromialgia muchas veces tienen dolores del pecho o las partes superiores del cuerpo. A veces esto se confunde con una enfermedad cardíaca, porque aparecen latidos irregulares del corazón y sensación de ahogo.  

- perdida de equilibrio: la fibromialgia afecta los músculos de aparato locomotor, sus contracturas y la rigidez pueden producir desequilibrio.   

- sensaciones en las piernas: a veces, algunos pacientes  presentan un trastorno neurológico conocido como el ´´síndrome de las piernas inquietas´´. Se caracteriza por un impulso incontrolable de mover las piernas, sobre todo cuando se está descansando o en reposo.  

- hipersensibilidad/alergia: excesiva sensibilidad a los ruidos, luz, olores, una permanente vigilancia del sistema nervioso. Además algunas personas pueden tener escalofríos o frío mientras que otras cerca se sienten a gusto; o puede que tengan calor mientras que otros no. Pueden tener reacciones parecidas a las alérgicas, el sarpullido, manchas, rojeces o tal vez experimenten una forma de rinitis no alérgica caracterizada por las excreciones de la nariz y dolor en los senos nasales.  

- depresión y ansiedad: se ha podido comprobar que el bajo nivel de la hormona serotonina empeora los síntomas de la enfermedad. Con frecuencia, los pacientes reciben un diagnóstico incorrecto, se les llama hipocondriacos (“estás imaginándolo todo”). 

  El tratamiento de la fibromialgia como tal es, por lo tanto, muy nuevo y se desconoce todavía mucho sobre la enfermedad. Por esta razón, el abordaje con la alimentación elaborado por un  nutricionista es de gran ayuda y puede mejorar mucho el día a día de la persona que sufre de fibromialgia. 

También según los últimos estudios se ha llegado a la conclusión, que la causa principal de la fibromialgia es el bajo nivel de la hormona serotonina. Por lo tanto la mejor manera de elevar el nivel de serotonina es  aumentar la dosis de triptófano, que es un aminoácido esencial y un precursor de serotonina. Esto se consigue comiendo regularmente: soja, pavo, pollo, jamón, legumbres, queso cheddar. También se recomienda tomar los suplementos de magnesio para mantener los músculos relajados,  de coenzima Q10 para mejorar la oxigenación celular y por lo tanto producir más energía,  seguir una dieta antiinflamatoria, fundamental para reducir los síntomas de la fibromialgia.